¿Por qué es importante votar con conciencia?
No comparto la norma constitucional de la obligatoriedad del voto; aquello termina restándole esa vocación cívica a la convocatoria. Cuando algo se lo hace por obligación, el interés por decidir el destino de un país sucumbe, pues prevalece la necesidad legal de hacerlo; en ese momento, perdemos todos. El derecho de votar, en mi opinion, es el más valioso que puede tener un ciudadano, ya que el ejercicio del sufragio representa nuestra voz de cara al futuro. Lamentablemente, en el Ecuador algunas personas votan sin convicción, carentes de ideología y sin una real información de quienes son y que proponen aquellos con los que nos encontraremos de frente a la hora de marcar la papeleta.
Muchos no escuchan propuestas ni exigen que todos los candidatos asistan a un debate, lo cual es un craso error de la propia ciudadanía. Los aspirantes a cargos de elección popular deben presentar sus propuestas, confrontarlas en un debate, ante sus rivales pero sobretodo ante los propios electores, quienes solo así sabrán evaluar si lo ofrecido es ejecutable o no. Los debates son las herramientas que tenemos los votantes para conocer más sobre los candidatos, sus reales intenciones pero sobre todo, la capacidad de reacción, preparación y carácter.
No deben existir más las campañas donde proliferan los obsequios o donde se convoca a las masas populares a través de bingos, conciertos y tantas payasadas que tratan de conquistar nuestro voto, mediante estrategias superfluas en lugar de obtenerlo con verdaderas y convincentes propuestas. Esa forma populista de hacer proselitismo, nos han costado años de corrupción, delincuencia y desempleo. Es verdad que ningún candidato va a poder cambiar nuestra realidad en tan solo 4 años pero no es menos cierto que en ese tiempo se puede lograr una base sólida para días mejores, porque de lo contrario, bajo la misma receta tradicional del “yo te ofrezco, busca quien te dé”, el real cambio en positivo nunca llegará.
No entiendo cómo esperamos avanzar o cambiar nuestra realidad si hacemos siempre lo mismo. No escuchamos, no analizamos, no exigimos, nos prestamos para el clientelismo electoral. ¿Entonces, cómo esperamos que mágicamente las cosas cambien? El futuro ni el presente están escritos, nosotros somos los únicos que tenemos el poder de cambiar nuestra suerte, pero la única forma de hacerlo es tomando acción y aprender de los errores del pasado para no volverlos a cometer. No nos dejemos engañar y creer que darnos dádivas hoy es garantizarnos una mejor forma de vida mañana. Ecuador ha tenido algunos presidentes que no se pusieron la camiseta nacional y que gobernaron en beneficio de un entorno corrupto. Hay que votar a conciencia, no con sentimientos; aquello nos permitirá ser más críticos, y analizar al candidato desde un nivel más objetivo. Ningún candidato es perfecto, eso debemos tenerlo bien claro, y a todos les vamos a encontrar defectos. Dicho esto, tenemos que analizar cada una de sus propuestas y sobre todo los métodos de cómo las piensan ejecutar, ver si son factibles o si nos están vendiendo humo. Tenemos que aprender a balancear las ganancias con lo que consideramos pérdidas.
Por ejemplo, hay temas que para mí son importante como la legalización de la droga (única manera de acabar con las mafias y los narcotraficantes), la legalización del aborto y la eutanasia, pero en estos momentos mi prioridad son las millones de familias ecuatorianas que están desesperadas porque no tienen empleo y temen por la vida de sus seres queridos en mano de la delincuencia. La salud y su accesibilidad para todos sin importar su situación socio-económica es otro tema que me interesa mucho y por el cual analizo cada una de las propuestas de los diversos candidatos. Ya los otros temas vendrán después, cuando nuestras prioridades y necesidades básicas están resueltas.
Todos debemos tener el mayor interés en escoger al mejor candidato, no porque tengamos alguna conexión directa, sino porque nuestro futuro depende de ello. En lo personal, creo que debemos de votar por una opción que nos abra las puertas del Ecuador al mundo y nos permita traer más inversión y generar más emprendimiento sin tanta burocracia. En la vida hay tiempo para todo, solo es cuestión de priorizar los temas que afectan a la mayor cantidad de personas y que son más rápidos de solucionar. Por eso antes de votar, analiza tu voto. No votes por castigar a alguien, ni por odio, ni por resentimiento ni por envidia. Vota por tu familia y por ti. Vota por el candidato que tenga las mejores propuestas que satisfagan tus necesidades y la de los tuyos. Vota por cosas factibles más no por utopías. No esperes a un mesías político sino a un político de carne y hueso que tenga las propuestas y métodos correctos para empezar este cambio histórico que tanto necesitamos los ecuatorianos.
¡Disfruta de esta fiesta cívica y sal a votar con la cabeza!